La tecnología ha pasado a formar parte de todos los ámbitos de nuestra vida, acelerando los ciclos del inevitable cambio y obligando a las organizaciones a evolucionar. Para optimizar nuestro desarrollo en el mundo digital, adquirir el conocimiento técnico necesario resulta insuficiente. Las soft skills, o habilidades blandas, son elementos que toda organización que pretenda triunfar en este entorno incierto debe incorporar.

Concretamente, estas competencias tienen que ver con cómo trabajamos, cómo nos relacionamos con los compañeros o cómo afrontamos la resolución de un problema, entre otros. Y en un escenario donde un porcentaje cada vez mayor de puestos de trabajo se ve desplazado por las nuevas tecnologías resulta conveniente tener en cuenta que la inteligencia artificial existente hasta el momento no es capaz de reproducir estas soft skills.

Otro aspecto relevante es que, si bien hay personas que muestran un talento innato para ciertas habilidades clave, estas también se pueden entrenar, a través de la formación adecuada. Te invitamos a descubrir qué soft skills son imprescindibles para impulsar a tu organización hacia el éxito en la era digital:

1. Creatividad y capacidad analítica

Las personas inquietas y curiosas tienen más posibilidades de hallar nuevas soluciones a los problemas que deba afrontar la organización; incluyendo aquellos derivados de la creciente digitalización de procesos. Además, las personas creativas tienen mayor facilidad para ver las cosas desde diversos puntos de vista y así aportar nuevos enfoques que impulsen la innovación.

2. Trabajo en equipo y comunicación

Ser capaces de comunicarse y realizar un trabajo con los esfuerzos coordinados de los miembros de un equipo es una cualidad de incalculable valor. Las habilidades comunicativas que deben tener no solo los líderes, sino cualquier miembro de un equipo pueden cultivarse para lograr compenetración, cohesión y el reparto eficiente de las tareas, en beneficio de la organización y de las personas.

3. Capacidad de adaptación

La capacidad de adaptación es algo que una máquina difícilmente puede aprender si sus parámetros no han sido programados para detectar y actuar ante una situación concreta. Los seres humanos, sin embargo, somos capaces –en mayor o menor medida– de reaccionar ante situaciones nuevas o inesperadas con sorprendente solvencia, basándonos en la experiencia pasada y en la capacidad de anticiparnos a circunstancias futuras.

4. Inteligencia emocional

Cualquier relación entre personas es percibida de distinta manera por sus integrantes. Así, un equipo capaz de solucionar sus diferencias por la vía del diálogo y la comprensión trabajará de forma más eficiente. Asimismo, tanto los líderes que consiguen escuchar y motivar a sus subordinados como los trabajadores con la capacidad de reconocer y expresar sus necesidades e ideas a sus responsables con asertividad, forjarán relaciones de confianza y respeto beneficiosas para todas las partes.

5. Responsabilidad y ética

En cualquier contexto, hacerse responsable de las acciones y decisiones que tomamos es de vital importancia para alcanzar el éxito. Si nos atenemos al entono laboral, a lo anterior se le añade que –a menudo– debemos tomar elecciones sobre la prioridad que le otorgamos a cada una de nuestras tareas. Además, la asignación de dichas tareas por parte de los líderes debe hacerse de tal manera que permita a los trabajadores asumir su responsabilidad de forma autosuficiente y de forma que la carga de trabajo no se convierta en una fuente de inestabilidad personal para los empleados.

En definitiva, si bien para algunas cuantas personas las soft skills les vienen “de fábrica”, alcanzar el éxito en el actual entorno laboral pasa por dedicar tiempo y esfuerzo a consolidar y afinar las competencias esenciales necesarias para la adecuada gestión de los nuevos retos.