En el mundo laboral se dan ya cita cuatro generaciones. La oficina está compuesta por personas que llegaron a la mayoría de edad en épocas muy diferentes, cada una con unas realidades educativas, culturales y socioeconómicas distintas. Babyboomers y generación X crecieron en gran medida en un mundo analógico, mientras que las que las han sucedido, millennials y generación Z nacieron ya en una sociedad digital.

Lo que supone que a una fracción nada despreciable de la fuerza laboral actual le resulta difícil utilizar con soltura la tecnología emergente... en una sociedad cuya adopción y aplicación de tecnología está acelerando a ritmo geométrico.

La buena noticia es que hay algunas pautas que pueden ayudar a tu empresa a crear experiencias de aprendizaje digital motivadoras, inspiradoras y atractivas para una audiencia sénior. Pues en este caso, el desafío al que se enfrentan los profesionales del eLearning es enseñarles a descubrir cómo usar la tecnología para su beneficio y, al mismo tiempo, hacer que se sientan cómodos y a gusto en el propio entorno de aprendizaje, que es de por sí digital.

Un punto a nuestro favor es su buena disposición. Lejos de pensar que ya no están tan obligados a participar de ese porvenir tecnológico –que es más presente que futuro– pues en breve estarán retirados y relajados, los babyboomers saben que esto último es cada vez menos cierto; debido tanto al alargamiento de la edad de jubilación –y al consiguiente cobro de pensiones– como al de la esperanza de vida, por lo que reconocen y aceptan que deben seguir trabajando. No solo eso, frente al fenómeno del edadismo, también son conscientes de que la tecnología les va a resultar imprescindible para estar al día y mantener sus opciones laborales abiertas.

Vamos pues con algunas pautas para ganarnos su confianza y mejorar sus habilidades digitales.

  1. Mantener la experiencia del curso de eLearning simple e intuitiva. Puede haber trabajadores sénior en la plantilla que ya son expertos digitales. Sin embargo, lo más probable es que la mayoría se encuentre en el otro extremo del espectro y no esté muy familiarizada con las tecnologías modernas. Por eso, el proceso de aprendizaje debe mantenerse lo más sencillo y directo posible. Con interfaces intuitivas y contenido de aprendizaje electrónico de fácil navegación; con iconos de navegación claramente visibles y sin recorridos difíciles de descifrar.
  2. Aprovechar su experiencia personal. Los babyboomers acumulan años de experiencia a sus espaldas, desarrollando sus capacidades, lo cual puede ser empleado al diseñar el curso. Mediante actividades que los alienten a explorar un tema o a utilizar sus conocimientos previos. Mostrándoles qué metas pueden conseguir, como qué habilidad digital necesitan saber y dominar, y luego dejándoles relativamente libres para, teniendo a su disposición la información y herramientas adecuadas, que descubran y practiquen por sí mismos. Esto podría implicar discusiones grupales en línea, escenarios de aprendizaje electrónico o cualquier otro elemento interactivo que conlleve un enfoque práctico.
  3. Incluir una amplia gama de estilos de aprendizaje. Cada generación se ha habituado a ciertos estilos de aprendizaje, que les resultan familiares. Sin embargo, aunque habrá quienes estén acostumbrados a absorber más información de un simple vídeo, ¿a quién le disgusta entrenar nuevos conocimientos en un simulador, con las ventajas que conlleva? Así, por maduro que sea el alumno –y aunque ello le suponga enfrentarse a nuevos desafíos–, no hay que dudar en hacer uso de las nuevas metodologías; seguramente, lo encuentre gratificante.
aprendizaje senior
  1. Permitir establecer y realizar un seguimiento de los propios objetivos. Es fundamental dar al alumno un control total sobre cuándo completa un módulo, en qué orden, y animarlo a establecer metas para sí mismo, además de los objetivos generales del curso. Y si es posible, incluirlo incluso en el proceso de desarrollo, solicitando sus comentarios. A los babyboomers les gusta saber que sus pensamientos e ideas realmente importan. Darles la oportunidad de decidir qué incluye el curso de eLearning puede motivarlos significativamente.
  2. Incluir actividades online de colaboración en grupo. A diferencia de la generación Z, que prácticamente solo ha conocido el teletrabajo, los empleados sénior están habituados a los entornos presenciales, en los que el trabajo en equipo resulta, en comparación, imprescindible. Están habituados a trabajar con otros, tomar decisiones en grupo y participar en la comunidad de aprendizaje. Así, desarrollar actividades de colaboración grupal en línea, gracias a las cuales puedan compartir sus experiencias e ideas personales, es una gran iniciativa. Y mejor aún, uniéndolos con generaciones más jóvenes, y que ambas puedan beneficiarse: unos compartiendo su pericia tecnológica y los otros su experiencia de vida.
  3. Centrar historias y actividades en el crecimiento personal. Los babyboomers son conocidos por su tendencia a cuestionarlo todo. No toman nada al pie de la letra y sienten la necesidad de explorar cada faceta de la situación antes de tomar una decisión. También ven cada experiencia como una oportunidad para crecer como individuos. Es una buena idea centrar el contenido de su formación en historias identificables que evoquen emociones, así como actividades de eLearning que atraigan su fuerte ética de trabajo; por ejemplo, problemas que requieren determinación y esfuerzo para resolverlos.
  4. Ofrecer elogios individuales y críticas constructivas. En general, nadie responde bien a las críticas si se está esforzando mucho por aprender dentro de un campo que le resulta novedoso. Pero mientras una persona que comienza su trayectoria laboral asume más fácilmente que debe desarrollarse y que mucha información le será desconocida, con un trabajador sénior puede ser más útil el refuerzo positivo: elogios y reconocimiento por sus logros. Algo que es más fácil de conseguir gracias a un sistema de retroalimentación inteligente, como el que es posible implementar en un simulador. Esta tecnología es capaz de interactuar con el alumno de manera individual, incentivándole para corregir de inmediato los comportamientos desfavorables y tomando nota de sus logros, ofreciéndole motivaciones personalizadas para inspirarle, mediante una estrategia de gamificación.
  5. Comunicarles la visión global de antemano. Con toda probabilidad, un alumno joven estará deseando aprender, pero para que uno maduro se involucre realmente en el proceso de aprendizaje online, primero debe saber por qué está participando en el mismo. Tiene que haber un propósito detrás de cada actividad de eLearning, y este objetivo debe vincularse con el mundo real. Debe ser consciente de los beneficios que recibirá al completar el curso de aprendizaje electrónico, como lo que podrá hacer posteriormente o cómo mejorará su rendimiento laboral; e incluso vital, fuera de la oficina.

Ocho consejos que pueden crear experiencias de aprendizaje para satisfacer las necesidades del personal sénior, integrando sus características en su estrategia de aprendizaje electrónico, para motivarlos e inspirarlos independientemente de su experiencia tecnológica previa. ¿Estás buscando formas de diseñar cursos que estimulen el deseo y la energía de sus empleados menos hábiles con la tecnología, para mantenerlos interesados y comprometidos con su curso de eLearning? Consulta con nosotros para averiguar más sobre la simulación digital motivadora.